Actualmente la falsificación de billetes va en aumento pues por ejemplo, últimamente los de mil pesos son en los que se observa la más alta predisposición al casi triplicar la emisión de papeles apócrifos en sólo un año a pesar de contar con la mayor gama de medidas de seguridad.
El Banco de México detalló que el billete que más se copia es el de 200 pesos con 106 por cada millón en circulación.
De acuerdo con el Artículo 234 del Código Penal Federal, la falsificación de billetes y monedas es un delito que se castiga hasta con 12 años de prisión.
Ante el explosivo aumento de este ilícito, el Banco de México pidió a las entidades bancarias su colaboración para colocar carteles alusivos en las sucursales, en los que se detalla el proceso que el cajero debe seguir al momento de detectar un billete ficticio y además con la ayuda de comerciales de TV, se enseña al público en general a identificar y detectar los elementos de seguridad de cada billete que reciban.
Las medidas de seguridad
En 2006, se puso en circulación una nueva familia de billetes, cuyo objetivo era dificultar la falsificación, al mejorar las características de seguridad.
El Banco de México tomó la decisión de colocar en el mercado billetes de polímero que en una primera etapa tocó a las denominaciones de 20 y 50 pesos (el cual era el más copiado antes del billete de 200).
Además del cambio de papel, el banco central reforzó las medidas para sus billetes de las denominaciones de 100, 200, 500 y 1000 que consisten en: impresión con relieve y tinta que cambia de color, banda 3D o confeti iridiscente, marca de agua, registro perfecto de imágenes, hilo de seguridad, hilo y texto micro impreso, fondos lineales y tinta fluorescente.
Banxico especificó que los billetes originales se elaboran con procesos de impresión especial, por lo que se podrá sentir el relieve al tocar con la yema de los dedos el personaje, la leyenda “Banco de México”, la denominación y el recuadro de tinta ópticamente variable; este último, sólo en los de 100, 200, 500 y 1000 pesos.
Destacó que una de las acciones para combatir la falsificación es la capacitación a intermediarios financieros, autoridades de procuración de justicia, entidades gubernamentales, compañías y al público en general, pues según una encuesta telefónica que levantó el Banco de México en 2006, reveló que 28.8% de las personas siempre revisa la autenticidad de los billetes; 12.7% lo hace con frecuencia; 15.5% respondió que pocas veces y 21.2% aseguró que nunca.
Parece increíble que a pesar de la difusión de las elementos de seguridad que se ha dado a la cultura de la revisión de los billetes, cálculos con base en cifras del banco central indican que durante 2010 se detectaron 269 mil piezas apócrifas, 16 por ciento más que en el año anterior, lo que implicó su mayor crecimiento en el último lustro, esto indica que el habitono ha sido adoptado del todo por cada uno de los mexicanos, esto es un problema de ético donde el falsificador y el usuario están inmersos pues al usar un billete falso que recibimos que recibimos sin darnos cuenta, para no afectar nuestro bolsillo nos hace cómplices del problema, por ello invito al público lector a no formar parte de esta cadena, de seguir haciendo circular estos billetes, revisándolos antes de salir del establecimiento donde se recibieron para poder así decrecer este delito.
Referencias:
1. www.eleconomista.com.mx/finanzas-publicas/2010/08/09/crisis-crece-falsificacion-billetes-dice-banxico
2. www.banxico.org.mx/billetesymonedas/servicios/denunciasfalsi/denunfalsbill.html
3. www.eluniversal.com.mx/notas/534702.html
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